lunes, 9 de noviembre de 2009

Besos para ti


Me encantaría un abrazo tuyo,
de esos abrazos como cuando una enrededarera abraza a un árbol en la selva.

Pero no de aquellas enredaderas que asfixian al árbol del que son huésped

Sino aquellas que dan vida y sirven de sostén al árbol al que se apegan.
Con ese abrazo, creceré hasta tu copa.
Y entonces, cuando esté a tu altura,
habrá Besos para ti,
abrazados.

Escuchando el viento como se abre paso entre otros árboles
para venir acariciarnos
por hoy nuestro tiempo
y por siempre en el tiempo de todos.

Y en ese tiempo de todos
y el nuestro habrá,
besos para ti.

El Individuo